7/31/2013

Campaña Nacional e Internacional “Namakasia por la vida de la Nación Yaqui”


Convocan a campaña internacional de apoyo a Yaquis en lucha por el agua

Hermann Bellinghausen 



México, DF. La Red contra la Represion y por la Solidaridad, conformada por adherentes de la Sexta declaración de la selva Lacandona, convocó a la Campaña Nacional e Internacional “Namakasia por la vida de la Nación Yaqui”, con los objetivos “de apoyar la lucha por detener el robo del agua perteneciente a la tribu en el estado de Sonora, fortalecer sus proyectos autónomos, difundir la palabra y noticias provenientes de la autoridad tradicional yaqui”.

La Red recuerda que a principios de 2010, con la entrada del gobierno panista de Guillermo Padrés Elías, se anunció el proyecto integral Sonora Sí, “que planteaba el ‘equilibrio’ y la ‘buena distribución’ del agua en la entidad para solucionar la escasez del líquido, y contemplaba varias obras, entre las que se encuentra el Acueducto Independencia, por el cual se extraerían 75 millones de metros cúbicos de agua anuales del río Yaqui para suministrar a la ciudad de Hermosillo”.
La construcción del acueducto “nunca tomó en cuenta a la Tribu Yaqui, lo que violenta la autonomía y libre autodeterminación de los pueblos, el derecho a la consulta y al libre desarrollo espiritual y social”. Estos derechos, “reconocidos en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, fueron firmados y ratificados por el gobierno mexicano y están contemplados en el artículo segundo de la Constitución”.
La violación de los derechos de la tribu “no son un simple descuido de las autoridades; el beneficio del Acueducto Independencia no es para la población sino los terratenientes y la zona industrial donde se instalará una planta de la cervecera Heineken, y se encuentran ya Big Cola y Ford”, apunta la Red.

La afectación “también será ambiental, ya que la reducción del caudal afectará la flora y la fauna de la región y provocará la entrada del agua del mar, ensalitrando tierras fértiles y reduciendo los terrenos de siembra de la tribu”. Dichas afectaciones “no fueron tomadas en cuenta en el estudio de impacto ambiental hecho por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)”.

La Tribu Yaqui respondió al abuso gubernamental iniciando un juicio de amparo, que ganó en mayo de 2012. Ratificado el 8 de mayo de 2013 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dejaba sin efecto el estudio deficiente de impacto ambiental. Sin embargo, es la fecha que no se ha detenido la extracción de agua mediante el Acueducto Independencia. El gobierno de Sonora, en pleno desacato, no ha detenido la extracción de agua de la presa el Novillo “y mantiene activas dos de cinco bombas que conforman el acueducto, afectando ya gravemente a la Tribu dejándola sin agua para consumo humano”.

Se está causando “una situación de peligro para la vida de la tribu”, destaca la red de activistas, porque deja a sus miembros “sin medios para sobrevivir en el desierto de Sonora, además de perder sus cosechas por falta de riego”. Mediante el ilegal acueducto se despojará a la tribu yaqui “de un bien esencial que por derecho le corresponde”.

Ante las acciones del gobierno del estado, “en contubernio con el federal, la tribu decidió acciones concretas como la instalación, hace casi dos meses, de un campamento a orillas de la carretera internacional número 15, en las inmediaciones de Vicam, para exigir el cese de la extracción del agua del Yaqui, a lo que el gobierno respondió con una campaña de desprestigio a través de los medios y no visibilizando las manifestaciones de la tribu”.

Paralela a costosas y agresivas campañas de publicidad televisiva, el gobierno de Padrés ataca a las figuras más visibles de la Tribu Yaqui, Mario Luna y Tomás Rojo, “criminalizándolos bajo acusaciones de privación ilegal de la libertad y afectación a las vías de comunicación”.

Los efectos también son ecológicos: “Al eliminarse el agua del río Yaqui, agua del mar entrará en su cuenca, provocando el ensalitramiento de tierras fértiles de cultivo y la salinización de las aguas potables”.